jueves, 30 de diciembre de 2010

ohhh

desde el piso 34 del complejo ocean delight, sentado frente a la ventana de paño fijo en una elastica reposera, fresco por el aire acondicionado, ernesto tomo otro trago de glenfidish, no le supo bueno, miro hacia abajo, el mar golpeaba el paredon lo acariciaba, lo succionaba lo empujaba y el imaginaba el estruendo, y el silbido del viento y la sensacion de este sobre la piel caliente de sol, secando el sudor y haciendoloe entrecerrar los ojos, ahi en su refugio isonorizado. suspiro largo y dolorosamente, tomo otro trago que no le supo mejor. abajo vio pequeño como una hormiga un hombre de pantalon azul y remera blanca cruzar con su perro cafe con leche la avenida costanera hacia el atlantico, el chucho saltaba a su alrrededor ladrando sin duda y tocandolo con sus patitas en cada giro, cargoseandolo, como diciendo mira aqui estoy yo, imagino la sonrisa divertida del hombre dificultado en su caminar por esa bola de pelos y locura. supo que era un cahorro y tomo otro trago mientras pensaba comer alguna cosa para soportar el whisky. tomo de la heladera un bol con langostinos, tomo la salsa golf y un pan puso todo sobre la mesita ratona junto a la reposera, preparo la comida y se sento, probo un langostino y al segundo comprendio que lo aburrian, entonces trago mas glenfidish sin que le resutara placentero. el hombre hormiga alla abajo habia lanzado una linea al mar, el perrito aparentemente dormia a sus pies. ahora imagino la linea humeda en la mano el hocico del pichico en los pies desnudos y la espectativa de la pesca y ahi sono el telefono. hola soy florencia mi amor, y la voz dulce de esa criatura hermosa, modelo de victoria´secret, lo lleno de fastidio.- hola muñeca como estas? -ardiendo por verte aqui en falso krup a tres cuadras de tu casa, voy para alla?- ay que pena, espero a unos japoneses por el negocio del petroleo, llamame mañana queres?..
cuando llego a la ventana el hombrecito sacaba un pez enorme y el cachorro saltaba delirante alrrededor.
alla abajo, obdulio le decia a su perrito: vamos busarda hoy vamos a comer como dos principes y despues, por ahi viene la alicia y trae a su perrita, le acaricio la cabeza y comenzo a cantar una vieja cancion de serrat mientras se reia, busarda saltaba como loco. cuando cruzaban la avenida costanera, de vuelta a su casilla, arriba, ernesto, mirandolos, se tomaba otro trago enorme de glenfidish, mientras le rodaba una lagrima por la cara, lo unico caliente en ese lugarcito fresco de aire acondicionado

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