miércoles, 1 de diciembre de 2010

Esos putos momentos de inspiracion

Como carajo me voy a levantar a las 3 y media de la mañana solo para escribir algo que se le ocurrió a mi cerebro? Yo no entiendo en que cabeza cabe. Igual si lo analizo con mas delicadeza no creo que sea, tampoco, una excelente idea quedarse despierto en la cama pensando sin parar, en lo que se le ocurrió a mi cerebro, por 2 horas y media. Pero en definitiva lo que mas molesta es que la idea se esfuma, no en si la idea y su contenido, sino las palabras exactas que llevan a esa idea a tener forma de relato y no la idea en si transfigurada que tengo ahora, sin palabras que la contengan en un relato. Encontrar soluciones acordes al clima reinante en este invierno, razón principal por la que no me levante a escribir, es a lo que voy. Dormir con un grabadorcito es conflictivo, la Maga se despertaría con mi voz y me diría un par de cosas poco transcribibles. Escribir en la cama es encender la luz, y, encender la luz produce el mismo efecto que hablar con un grabadorcito. Creo que lo mejor es seguir con esta actitud y esperar que las ideas vengan en el momento en que no estoy en la cama o caminando por las calles de la ciudad, o, que sigan así y que solo yo disfrute de ellas. Así sea.

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