la siguio hasta la playita del san antonio, era mucho mas joven pero la mirada que le clavo era inequivoca.
ese miercoles lloviznaba y no habia ni un alma, ella se dio vuelta y sonriendole con picardia le dijo: sabia que vendrias conmigo, el no la escucho por el rumor del rio y la brisa en los arboles, pero le sonrio y la espero con los brazos abiertos. cuando la tuvo a solo dos pasos vio el brillo de la navaja en la derecha, la sonrisa se le congelo y penso :y bueh, todo pasa y todo queda como cantaba.. cuando termino de formular serrat en su cabeza, sintio el acero frio entrandole en la carne... la ultimo que vio fueron los dos ojos mas hermosos de la tierra pero con una mirada desenfocada, loca.
ella se limpio la mano en la orilla y con un palo escribio junto al cadaver del pobre emilio: F I N
No hay comentarios:
Publicar un comentario