Particularmente me gustan los culos pomposos, grandes, carnosos, firmes o no tanto, eso siempre depende de la edad, del cuidado que tenga cada mujer que lo lleva puesto.
Sin embargo hay ciertos culos que llaman poderosamente la atención.
Pongámosle esos que van libremente por la vida contoneándose de derecha a izquierda, y de izquierda a derecha como invitando a la reflexión, a la imaginación de verlos a flor de piel, sin ninguna clase de atuendo, mostrándose tal cual son, con sus virtudes mas que defectos y que dan unas ganas locas de comérselos de un solo bocado, casualmente hoy vi uno de esos que no se olvidan fácilmente, que quedan como pegados a la retina y si después te cruzas con alguien que te mira detenidamente a los ojos, ese alguien va a observar casi hasta con lujo de detalle ese culo dibujado tal cual es.
Te lo describo así:
era un culo relleno, como si fuera una colita de cuadril mechada con todos los ingredientes que se te ocurran, cubierto por una calza negra apretada contra el, bien metida en la raya divisoria y dos cachetes del infierno, despampanantes y no tan proporcionales con respecto a la baja estatura de la mujer que lo llevaba puesto, ¡¡¡PERO QUE CULO!!!
Vale recordar en este punto, una vez viajando en subte creo que tenia que hacer combinación en Perú para ir hasta Retiro, 3 estaciones antes subió un culo comparado a este anteriormente descrito, que se apoyo deliberado y libre en el caño que esta al lado de la puerta de salida –entrada, y sus dos cachetes calzaban justo y daban la sensación de que se comían el caño o mas bien era como si en esa parte el caño se perdía, desaparecía y se dividía en dos partes, la de arriba desde el techo hasta donde comenzaba la raya del culo y desde donde se unen los dos cachetes hasta el piso, impresionante ¡AH, QUE GENEROSA