martes, 30 de noviembre de 2010

Mostro





Se me aparecio un mostro y me pidio que lo besara, que si le daba un beso se convertiria en una princesa. Yo habia escuchado que un amigo mio se lo habia garchado al mostro. El me conto que el mostro tenia pelos en las tetas. La verdad que sabiendo esto no sabia si creerle al mostro, pero, viendo la piel pustulosa de su cara, me incline a creer que dificilmente alguien hubierase animado a acercar sus labios a semejante mostrosidad. Mi amigo me conto que la noche en cuestion habia una ausencia total de luz y un exceso absoluto de alcohol, cosa que a mi, en el momento del pedido no me afectaba, ya que estabamos a plena luz del dia y con un café en las manos. Respire hondo, antes me consegui una bolsa, por si me venian ganas de lanzar, y ahi, lentamente, acerque mi boca a la de ella, senti un escalofrio que me recorria toda la espalda. A continuación me comi una mosca con la lengua y me fui saltando al estanque del parque donde nos encontrabamos. Broadac, broadac.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Una de Violencia, Flores.



-“Hola” dijo Raimondo y le clavo los ojos lascivamente a Rosaura. Ella apareció de golpe sorprendida y buscando un abrigo, ya eran las 7 y la helada comenzaba a caer sobre los árboles, sobre el pasto, sobre el río que se precipitaba casi silencioso en ese punto demográfico. Era de suponer que tarde o temprano algo iba a pasar y justo exactamente cuando Rosaura levantó la vista pudo ver de reojo como la mano de Raimondo atravesaba el espacio y se perdía lentamente bajo su pollera.

Después vinieron las quejas “No, dejame que nos pueden ver”, “¿Quien nos va a ver? si acá son todos ciegos, y aparte ya te la tenia jurada”, “No, a la fuerza no, ahora no puedo quizás mas adelante, ¿vos te cuidas?”, “¿Para que cuidarse, si no pasa nada” y después entre los gemidos y la lucha por safar de los brazos de Raimondo, un cachetazo de ella hacia el y la devolución de Raimondo mucho mas fuerte y con el puño semicerrado y Rosaura ya resignada y sin fuerzas viajando hacia los no placeres, hacia el sufrimiento de la duda durante un tiempo, hacia el avasallamiento del amor y de las esperanzas ya perdidas, de tener su primera vez llena de recuerdos placenteros, del no cuidado, del ojo hinchado, de la certeza que odiaría para siempre a un tal Raimondo Flores, de profesión taxista.

Rosaura tuvo mellizos y nunca más volvió a ver a Raimondo después de ese día.

Raimondo se fue satisfecho esa noche después de haber cometido ese atropello, arrancó el taxi y a las tres cuadras una pareja subió, el hombre apunto fijo a la cabeza de Raimondo y sin pestañear apretó el gatillo, no eran más de las diez de la mañana, las calles de la ciudad estaban desiertas por el feriado.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Viaje musical







Me fui a tocar a Francia con el proyecto playing for... Me encontré tocando en un lugar muy careta, y la organización tuvo, con acertada manera para los franco parlantes e inglo parlantes, la idea de mezclarnos en las mesas. A pesar de entender casi perfectamente el francés, suelo balbucearlo casi como un niño de dos años, un niño francés, claro, así que la situación se me hacia un poco complicada. El primer día me senté al lado de una francesa que vivió en Argentina, pero hablaba conmigo y miraba para arriba como si le molestara lo que yo le decía, se me dio por pensar que le molestaba realmente mi presencia cuando se puso a conversar con el hombre a mi derecha. La conversación versaba sobre el Génesis, al que los musulmanes llaman de otra manera, creo. Y yo que acababa de leer el Génesis dibujado por Robert Crumb, aproveche una pausa para comentarselo a esta chica, nos pusimos a hablar de cómic, y empezó a mirar para arriba otra vez, le dije, como para romperle las pelotas, que Robert vivía en el sur de Francia, que de hecho es verdad, y que me parecía triste que no lo conociera. De inmediato me fui a la silla de la mesa de atrás vaciá, que lindaba con Tula, y cuando vi hacia atrás, mi silla estaba ocupada por la chica, que conversaba con el hombre que había estado a mi derecha, decidí que era un buen momento para cambiar de asiento y compartí el resto de la cena con Tula. De la comida no se si hablar, es una suerte haber comido lo que comí acompañado de manera inteligente por la bebida, seleccionada por cada chef, uno por plato( cuando digo “inteligente” me refiero a la combinación plato-bebida y no a mi manera de tomar, que por cierto no fue inteligente). Para terminar la noche nos fuimos todos a la habitación de Tula a tocar un rato y a beber un vino tinto de 28 €.
El día siguiente no fue a grandes rasgos diferente al anterior, solo puedo rescatar de la prueba de sonido y la actuación, algún que otro momento alegre a través de los chistes de Hugo( no es bueno pero es mio) y a mi poca alegre desaprobación de los mismos. Como prueba de la paciencia que hay que tener a veces, les cuento uno de estos maravillosos chistes. En la plaza que linda con el palais des papes, donde era la reunión, hay una escultura, que ya estuvo en Barcelona, de un elefante patas pa' arriba, ya verán la foto. El chiste:” viene uno y pregunta, como hace para cagar el elefante, por la trompa? Y el otro lo cago a trompadas”. A continuación de esta espantosa invención, empiezan, las risas, interminables y aprobatorias de que la contó, y mi cara esta notablemente cercana al órgano por el cual descargamos nuestras heces, allí comienzan las risas de los que asisten a esta reunión.

La cena de esa noche es igualmente complicada en su principio, me mandan solo a una punta, mientras mis amigos están en la otra, comienzo a hablar con un hombre de nombre y apellido italianos pero francés, a su lado otro hombre que nota mi dificultad con el idioma me empieza a hablar en castellano, hablamos de mi trabajo en la calle y perdieron interés en mi, todos andaban pasándose tarjetitas y ahi llego la Tula a decirme que habia un lugar para mi, pense que quedaria mal irme antes de comer el primer plato, asi que una vez comido el mismo, sali corriendo para la otra mesa. No debería olvidarme que antes de la cena nos reunimos con la Tula en su habitación a disfrutar de un vino con queso y con unos rollitos de bacon rellenos de queso de cabra que compramos en la ciudad. Después de la cena terminamos en la casa de una gente tocando y bebiendo, al otro día Pierre y yo nos teníamos que levantar a las 5 para llegar a Girona a las 12 para tocar en un casamiento, así que a las 3 de la mañana me fui a dormir.
Hugo se nos colo.5 y media llego el coche, donde no entraba el contrabajo, con el tiempo justo, ya que debía llevarnos de Avignon a Montpellier.
El hombre tuvo que ir a buscar una mercedes vito, con apuro subí el contrabajo, y le pedí a Francisco que me subiera mis bártulos, cosa que hizo, pero cuando nos vamos nos saludaba y en su hombro colgaba algo y ahí salimos. Al llegar a la estación descubro que no tengo mi mochila, era lo que colgaba del hombro de François, tampoco encontramos el tren en el panel de salidas. Después de un rato de dar vueltas por el lugar escuchamos que había huelga de trenes, nos queríamos matar, Hugo no, el estaba tranquilo. Al final nos llevo un autobús hasta Figueres y de ahí un tren a Girona. Casamiento, comida buena, otra vez, y regreso cansado a casa, no sin pasar a saludar a Salvatore, que me obliga, como de costumbre, a punta de pistola, a tomarme un vino.
Al llegar a casa comemos un poco de pastel de papa y zapallo que hizo la Maga, a la noche siguiente siento como el gas en mi intestino me impide dormir, esto, me lo explico el medico una vez, se debe a que el intestino deja de tener esa forma de bolitas para ponerse recto, y por eso duele. Nos vemos entonces.