domingo, 6 de febrero de 2011

polifaces

mire hacia arriba. un par de km de oxigeno se ponen celeste, pero claro hay nitrogeno, mas nitrogeno que oxigeno. y si no hay nubes y no jode demasiado la polucion, se ve celeste y ahh, uno respira y los pulmones parecen saber, saben, que hay un monton de aire ahi afuera y arriba. y es como que conocemos que estuvo siempre y tendemos hacia arriba al fresco que se imagina al mirarlo a ese celeste de muchos km de oxigeno ,claro, con nitrogeno, que creo que es mas numeroso que el oxigeno ahi, pero uno piensa solo en el oxigeno y ahh, los pulmones se llenan como si quisiera entrar todo ese celeste de ahi arriba, claro que si uno mira al horizonte y no hay obstaculos, ni nubes, ni demasiada polusion, se ve celeste y no es para arriba, claro que no es igual, pero bueno ahh, como gozo ese celeste y se llenan mis pulmones de ese oxigeno, claro que es mas nitrogeno que oxigeno, pero el nitrogeno no es tan cultural, ni se envasa para que respiren mejor los que estan mal o ya se quieren ir o asi, sino el oxigeno, ahh el oxigeno y todo ese celeste ahi arriba, claro tambien adelante si no hay obstaculos y nubes y etc, y atras y a los costados si ahh y un poco mas abajo, una rama cargadas de hojas de un verde suave y tierno, pero eso ya es otra cosa.

paseito

desperto como siempte demasiado temprano, tomo una pava de mate, comio medio alfajor resto de ayer, se abrigo, habia refrescado mucho, y salio a caminar, lo recibieron un manojo de flores de invierno en la casa pegada a la suya, mas lejos descubrio un nido que antes no estaba sobre la cumbrera de la casa de los galepi. hacia el norte, cruzo el bosquecito, encaro la senda de los paraguayos y por fin llego a lo del viejo, no estaba ni el loro, ultimamente se hiba a lo del hijo en tierra y pasaba con el cada vez mas tiempo. volvio y encaro hacia el cruce con el arroyo santa isabel al fondo al sur. en lo de ernesto, la mujer le dijo que estaba viajando a tierra para el anses, ahogo una puteada y camino despacito de vuelta al barrio... en todo el viaje no encontro a su perro sulfato ni a ninguno de sus amigos. no lo acompañaban ni los perros.
en la despensa- bar de la mariela, se sento solo y tomo un par de vinos y una empanada. despues de una larga siesta, encendio la tele y vio un noticioso y un par de programas de actualidad. comio un huevo frito y un par de vasos de vino y se puso a escribir. la puerta se abrio empujada por sulfato que venia muerto de sueño, le ofrecio un pedazo de carne que no quiso y siguio escribiendo, sulfato se hubico bajo la mesa. sintio el silencio, imagino el cielo afuera, plagado de estrellas, imagino el frio y el arroyo creciendo despacito, y sintio la soledad infinita del universo aspiro hondo y lo acometio una desazon que enorme lo heria en medio del pecho, movio las piernas bajo la mesa y su pie derecho cubierto solo por la media, tropezo con el bulto tierno de sulfato, este se quejo con ese sonido que emiten los cachorritos cuando los apretas y entonces, como desde arriba se lleno de una dulce alegria que derroto su soledad