Semana de trabajo. Musica y mas musica. Los dedos pueden agarrar cosas calientes sin sufrir el minimo dolor, aunque, muscularmente hablando, por la mañana amanecen atrofiados por la tendinitis cronica que me acompaña hace algunos años. Los cinco pisos que me separan la superficie terrestre, sumados al peso de mi cuerpo que, acompañado por el triste reflejo de mi mente obsesionada con los olores que desprenden los platos que suelo cocinar, tiende a subir, hacen que mis rodillas me impidan levantarme facilmente por las mañanas sin sentir la sensacion de andar con un engranaje viejo falto de aceite. Ni hablar de cuando, tocando en el puerto, hago una coreografia en la que desciendo al piso flexionando mis rodillas, normalmente acompaño el movimiento con un leve grito que se conjuga con la cancion, impidiendo que la gente se de cuenta de mi dolor. El trabajo nocturno, normalmente, viene acompañado de la ingesta, no siempre exagerada, pero la mayoria de las veces si, de alcohol, variando la graduacion del mismo, dependiendo del lugar donde se toca. Al acercarse el verano estas actuaciones suelen ser mas seguidas, y, por ende, la ingesta de bebidas alcoholicas tambien. El problema con el que me encuentro es esta maldita actitud de mi cuerpo de levantarme a las 4 o 5 horas de haberme tirado a dormir, es como si la resaca fuera un ser real que se para al costado de mi cama y comienza a empujarme, diciendome:" Levantate, dale, arriba, vamos, que estas esperando, hop...".
Si esperan encontrar un acento en esta entrada, o en cualquier otra de las mias, les aviso que lamentablemente no me aprendi las normas de los acentos, alguna si, pero para que perder el tiempo con las que se. Espero que esten bien, por que lo que es yo estoy hecho mierda.